sábado, 7 de agosto de 2010

VERNISSAGE






VERNISSAGE
performer: Verónica Meloni
documenta.acción: Silvana Staudinger

martes 10 de agosto 20 hs
Centro cultural España- Córdoba
entre ríos 40
Córdoba/Argentina

*en el marco de la presentación del libro TE PIDO UN TAXI de Mercedes Halfon y Fernanda Nicolini.
+ info sobre el libro y las autoras aquí:
http://ccec.org.ar/2010/07/pluma-femenina-mitos-y-ficciones/

http://mediateca.ccec.org.ar/2010/08/05/¡taxi-taxi/#more-467




-->
VERNISSAGE
Performance
…pienso en el por qué la performance- a nivel nacional- desde hace un tiempo se ha detenido en el límite del circuto del mercado, como si hubiera dejado de “acechar” esos terrenos y se mantuviera en –otra- de esas zonas liminales que son tan “propias” de la práctica del arte de acción.
…pienso de qué manera tan indómita la performance- no puede o no quiere- traspasar esas fronteras… en las formas que generan esos pivots, coqueteos y repelencias con los espacios de ”legitimación” del arte contemporáneo.
...

Pienso y pensaba en estas cuestiones cuando me invitan hace unos días a hacer una performance en el CCEC, donde desde hace meses la Mediateca Enterate organiza presentaciones de libros y agregan a la programación de dicho evento, una performance a modo de “bonus” a las que he asistido en al menos 3 oportunidades como espectadora: Daniel Melero, Soledad Sanchez Goldar y Carmen Cachín, cada uno con un libro para acompañar. Percibo en ese rol de espectadora, que los “perfo-bonus” se presentan en el marco mismo del vernissage del evento principal – presentaciones de libros a cargo de sus autores -y que una vez culminadas las charlas, el público es convidado con el vino oficial, mientras sin darse cuenta se convierte por 15 o 20 minutos en espectador ocasional de una performance.
En este contexto se genera una especie de sentido de confusión en el “convidado” de la cultura, que acostumbrado a beber mientras conversa de lo que acaba de “consumir culturalmente” de repente se ve casi obligado a quedarse quieto y en silencio, a pensar en si “puede o no” dirigirse hacia las copas y a mirar ese otro cuerpo que está accionando frente a sus narices.
Para mi todo esto era una situación aparte.
Creo que hasta podría decir que me resultaba más interesante ver como el flujo propio del vernissage desaparecía y se modificaba el comportamiento de las personas, que las performances mismas.


...
Los vernissages pueden durar hasta una hora de “esplendor”, estado que depende de muchos factores como la cantidad y calidad del servicio.
Las performances duran mucho menos pero su efecto embriagante puede ser más perdurable.
Casi no existen vernissages en los eventos de performances, nosotros somos nuestro propio vernissage.
En medio de estas reflexiones decido hacer un vernissage dentro de otro, pero para mi sola.

Acción: bebo 5 botellas de licor mientras bailo. 
18 minutos: he bebido 5 de 7 botellas, las 2 restantes han quedado en el piso, sólo he convidado 5 vasos al público.



No hay comentarios: